viernes, 9 de mayo de 2014

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Buenas nochesssssss! Hoy no traigo un post larguísimo así que no se preocupen :)
Cuando encontré el tapado de madre, que les mostré en este post, me di cuenta que necesitaba agregarle/hacer algo para personalizarlo un poquito, y la solución la encontré en nada más y nada menos que los pins (o prendedores). 
Siguiendo la línea de los parches (pueden checkear un genial DIY por Bella acá) pero mucho más pequeños y discretos, los pins pueden decir mucho de quién los lleva, y convertir una prenda totalmente sobria en algo más llamativo y atractivo, lindo y personalizado.  Además, los podes sacar y poner según la ocasión y qué llevas puesto.
Hay de un montón de tamaños, formas y colores, y no solo son facilísimos de comprar sino que además, si sos creativo, podes hasta hacertelos vos mismo. Con un alfiler de gancho y cualquier objetito o dibujito que quieras alcanza y sobra.  Mi recomendación es que le den una vuelta al Parque Centenario un día de fin de semana, y busquen en los puestos donde venden muñecos. Estoy segura que van a encontrar. También visiten la feria de San Telmo, aunque ahí es un poco complicado porque la mayoría de los prendedores son antiguedades y valen muchísimo. De todas formas, si tienen suerte como yo la tuve hace algunas semanas, pueden llegar a encontrar alguno barato como el de la mosca que encontré yo, y estoy obsesionada. A casi nadie le gusta, pero a mi me fascina.
Acá abajo les muestro mis pines comprados en Disney hace seis años, mis favoritos son el de Walt Disney y el de Nueva York, quizá los hayan visto antes en mi Instagram. (que no es de Disney ciertamente).




Por último les dejo esta fotito mía con el pelo corto nuevamente, una terrible sobreexposición y mi gatito nuevo, Soho, movidito. (O sea la peor foto de la historia pero me gustó).
Ustedes tienen pins? Los usan? Cómo hacen para personalizar sus prendas?
Buen fin de semana!

lunes, 5 de mayo de 2014

Bloggerland

En la clase de Teoría de la Comunicación, estamos leyendo "La audacia y el cálculo" de Beatriz Sarlo. Aunque es un libro súmamente político, nosotros lo analizamos en lo que refiere a los medios de comunicación, o al menos tratamos.
Probablemente no entiendan por qué menciono esto acá, pero es que en el capítulo 1, Sarlo hace referencia a un concepto llamado "Celebrityland", que aunque habla de un fenómeno televisivo, creo que tranquilamente es aplicable a los blogs de moda.

En éste capítulo, Beatriz marca la diferencia entre dos tipos de celebrities, las "clásicas", y las "instantáneas", que "son célebres por nada, se las reconoce brevemente por nada y, hasta el fin, exponen el vacío de su ascenso".  En mi opinión respecto a las "fashion bloggers", existe la diferencia entre lo que son las bloggers que transmiten algún mensaje y exponen sus pensamientos personales, y las que llenan su página de publicidad y autoretratos,  que no trasmiten más que la marca de lo que llevan puesto y que, probablemente, a menos de que sean nuestros auspiciantes también, nunca vamos a poder llevar porque exceden los límites de lo adquisitivamente posible sin romper la economía familiar/personal.

Está claro que hay bloggers para todos los gustos, y que al contrario de la televisión, internet permite enfocarse en lo que uno y solo uno quiere, y ahí está la clave del éxito, o el camino directo al fracaso. Habiendo cientos de blogs de moda, hay que poder encontrar la clave, la forma de agradar a la masa, la manera de llegar a la mayor cantidad de gente posible y no sólo eso, sino que además hay que hacer que se queden, que quieran volver, porque sino, tu blog pasa a ser parte de una nube de sitios web que no van a alcanzar la primer página de google a menos que los busques por nombre y contenido.
Y ahí nace el problema. Ser uno y arriesgarse a que solo unos pocos quieran leer lo que tengamos para decir o ver nuestro estilo tal cual es, o construir una imagen personal que lejos está del verdadero yo pero que satisface a una gigantezca cantidad de lectores que quieren leer, ver e idealizar una persona a la que jamás se van parecer (probablemente porque jamás van a saber cómo realmente es.)
Cualquier persona con un espacio en internet tiene la herramienta y el poder de transmitir lo que sea que quiera, y cuando encima de la plataforma se tienen receptores establecidos, lectores, gente que sea lo que sea que publiques va a leerlo, se pone en juego la credibilidad, la personalidad si se quiere, y el contenido, ante el interés personal.
"La subjetividad es de permanente interés, ya que para se una celebridad es necesario exponerse como prueba de proximidad y de "humanidad". La subjetividad tiene la engañosa capacidad de hacernos iguales y promover las identificaciones truchas. Príncipes y princesas de Celebrityland son intensamente confesionales, lo cual no exige sinceridad sino estilo: no se trata de una siempre improbable verdad subjetiva sino de alguien que se presenta "como lo que es": la máscara con la que circula en ese mundo."
 Está claro que no somos todos los que analizamos o vemos detrás de los posts de las fashion bloggers más importantes del mundo y del país, no somos la mayoría las que nos ponemos a pensar y ver cuánto de uno hay en cada post y cuánto de la marca detrás del outfit de la blogger. Y de todas maneras, eso no es lo que a mi me incumbe. Mi problema va por otro lado, y es la falta de contenido y el, para mí, mal uso que le dan a su "fama" y al poder que les fue otorgado por quienes consumen sus publicaciones, y que creo yo nace a partir de que las marcas "confíen en ellas" como transmisoras. ¿Qué necesidad tengo yo de generar contenido interesante, con valores, si de todas formas las marcas confían en mí? Y acá es donde me pongo a pensar si todos los que tenemos un blog de "moda" lo hacemos por las mismas razones y con los mismos objetivos. En un principio pensaba que todos lo hacíamos por los lectores, pero cada vez creo más que las personas lo hacen para captar la atención de todo lo que va por afuera del mundo de internet.

El otro día, en una discusión precisamente sobre blogs, JuliDaphne y Bian hicieron referencia a las egobloggers, cuyos blogs se basan en autofotos y puro yo yo y yo. 
Mi blogger favorita de todas es Leandra Medine de The Man Repeller, en cuyo sitio publica contenidos divertidísimos, graciosos, interesantes y algunas veces hasta desafiantes. Además, Leandra, es super cómica y ¿humana? Sí, eso. Sin duda es un gran ejemplo de que no es necesario abstenerse de opinar y decir lo que sea que realmente pienses, y limitarse a publicar daily outfits para tener éxito en la blogósfera y con marcas de renombre. Es que sinceramente creo que no hay nada que genere más éxito que la personalidad, porque justamente, es lo que más está faltando.

Lamentablemente no sé si es que cada vez comprendo menos o más cómo funcionan los blogs de moda, y si todas las que tenemos blogs buscamos compartir nuestro mundo con gente que piense parecido y expresarnos en una plataforma que no limita la creatividad ni la expresión. Apuesto por las bloggers que se exponen como son y que tienen estilos variados y personales, y voces hermosas que valen la pena escuchar leer. Aunque cueste más encontrarlas porque no viven siendo publicitadas, están y les juro que una vez que las encuentren, no van a querer dejar de leerlas.
A propósito, las invito a dar Me gusta a Blogosphere, donde van a descubrir bloggers que a mí, personalmente, me parece vale la pena conocer.


Edit: Entiendo egoblogger a cierto tipo de blogger  cuyas páginas me resultan carentes de contenido y que se basan en foto tras foto de ellas mismas. Bajo ningún aspecto es una crítica a las bloggers en general que suben a sus páginas fotos personales y/o de ellas mismas. De hecho, si continúan navegando mi blog, van a encontrar un montón de fotos mías también.